miércoles, 30 de diciembre de 2015

Quinta verdad, Inercia.

"El mayor lastre de la humanidad no es el ego, sino el sufrimiento de la ignorancia".

Una corriente energética universal, que nos empuja a realizar actos negativos con nosotros mismos y con el universo. En eso consiste para mí la definición de inercia (un concepto recogido del hinduísmo). El hombre no sabe para qué viene al mundo. Se acomoda, se construye una estabilidad fingida en base a lo que cree que son sus necesidades, y cuando ésa estabilidad fingida falla, la inercia nos posee (se tiene un trabajo fijo, una mujer, hijos, una casa...y de la noche a la mañana se pierde). Nos lleva a realizar acciones que nos perjudican, pero que al mismo tiempo nos hacen sentir bien temporalmente, y nos calman la ansiedad que sentimos cuando se nos rompe la estabilidad.
La Inercia nos lleva a la adicción, al tabaco, al comer compulsivamente, a maltratar nuestro cuerpo, que responde generando una sensación de bienestar a fin de que no volvamos a intoxicarlo. Hay muchas formas en las que se manifiesta:
- Pensando constantemente qué debo hacer después.
- Comiendo rápidamente
- Interrumpiendo a las personas cuando te están hablando.
- Fumando
- Comiendo compulsivamente
- Durmiendo demasiado
...

Pensamos qué haremos al llegar a casa mientras trabajamos, pensamos en qué haremos de cenar mientras nos quitamos los zapatos... la inercia que nos empuja a no dejar de movernos, sólo nos está diciendo que hay algo espiritual que debemos estudiar a fondo, quizá nos sintamos vacíos y buscamos hacer cosas que nos llenen. Ésto de movernos constantemente nos impide disfrutar de las pequeñas cosas que nos llenan de vida y alegría.
Comer rápido es un sintoma parecido del tipo de inercia anterior.
Cuando interrumpimos a las personas inconscientemente, tenemos verdadera prisa por que acaben de contarnos cualquier cosa, porque no nos interesa. Asentimos, decimos " ajá..." fingimos atención cuando realmente seguimos inmersos en nuestra propia inercia, que creemos nos hace sentirnos mejor, haciendo muchas cosas y sintiendonos útiles y serviciales a los nuestros (la lista de la compra, la casa, la solucion para los cuernos de la vecina, la cabrona de la jefa...).
Fumamos, para relajarnos al principio por alguna cuestión de nervio o stress. Después toda la vida es nervio y stress, y nos encadenamos a la ceniza y a los malos humos y humores.
Comemos compulsivamente, para agradar nuestro cuerpo y mejorar nuestro humor o nuestro ánimo. Ése bombon de chocolate es la dulzura que nos alegra la amargura del día. Después el azucar se convertirá en sal cuando nos miremos al espejo y no nos guste nuestro cuerpo, que es sagrado y bendito tal y como es.
Dormimos, como auténticas marmotas. A veces ni si quiera hemos hecho una jornada completa de trabajo ni nos agotamos fisicamente, pero dormimos. La vida nos cuesta, nos cansa. Puede con nosotros, y necesitamos dormir. Cuando nos refugiamos en eso, nuestro cuerpo nos está diciendo que no hay nada fuera que merezca la pena a nuestros ojos. Que todavía nos falta por mirar dentro de nosotros y encontrar la herramienta para que la vida no sea una cuesta arriba sin dormir ni desayunar.

Hay muchos ejemplos en los que somos dominados por la inercia, aquella corriente que creamos las personas desde que existimos por no saber del sentido de nuestra existencia. Cuanto más nos alejamos de la prisa, del no parar de hacer cosas, del dormir por placer o porque sí, del comer en exceso... más cerca estaremos de saber qué hacemos aquí. Más sano estará nuestro cuerpo, nuestra mente y por consiguiente nuestro espíritu. Más cerca de recibir la información que tanto buscamos. Más cerca de comportarnos como auténticos humanos y seres en armonía con la Divinidad, y con la verdad de la existencia.

lunes, 13 de julio de 2015

Cuarta verdad, Alimento.

"Nadie debe morir para yo pueda vivir".

Caminamos día tras día por el mundo, cada uno de nosotros con nuestros roles y rutinas diarias; el trabajo, la hora de comer, la salida y la vuelta para descansar. Nuestro cuerpo demanda comida, y simplemente ingerimos lo que más nos apetece, sin preocuparnos de nuestras necesidades vitales ni de nuestro comportamiento.
Yo considero que la Tierra que pisamos, igual que el Cielo que nos protege, son sagrados, de la misma manera que es sagrada la vida de una persona, un árbol, un animal, porque en todos ellos se encuentra lo divino, los Dioses.
Si respeto a cada uno de los seres vivos, teniéndolos en cuenta como almas reencarnadas de personas que ya pasaron por la Tierra (como nosotros mismos tambien podemos ser reencarnaciones de otras personas), habré de prepararme para que mi cuerpo experimente un cambio en la alimentación impresa desde la infancia.
Éticamente desde la hera moderna (aunque no tengo el dato exacto) surgió el movimiento vegetariano que defendía la ingesta de verduras y productos alternativos a la carne, alegando la realidad de que la carne que comemos las personas, no solo es una vida sino que también son cadáveres. Otras culturas, defienden que el cuerpo y la mente que se nutre de vegetales y productos que no tienen que ver con el sacrificio de animales, genera una digestión ligera y hace a la mente mucho mas libre de estar pendiente de otras funciones orgánicas, lo que permite una mayor conexión con la divinidad.
Personalmente, pienso que la gente que plantea la cadena alimenticia cuando surgen estos temas ( la sentencia de que en la misma naturaleza los animales se comen unos a otros para sobrevivir ) solamente la emplea como medio para aliviar su conciencia y aferrarse al placer que les produce el sabor de la carne. Sí es cierto que la naturaleza funciona de esa forma, pero no todos los seres vivos funcionan así, ni los peces ni las plantas ni las aves se comen entre ellos y tambien forman parte de la naturaleza. Por la parte que nos toca, los humanos somos omnívoros, comemos todo o digerimos practicamente todo (que no significa que estemos obligados a comerlo todo para poder vivir), lo que me lleva a hacerme una buena afirmación:
Si los Dioses nos han permitido ésta vida humana que necesita alimento, con la bendición de poder elegir lo que comemos, será más sabio o al menos más respetuoso elegir la ingesta de alimentos de los que se nos provee, no de los que arrebatamos. A fin de cuentas, a fecha de hoy el hombre hace poco positivo por la Tierra que es su hogar, como por el resto de seres vivos que viven a su alrededor. Somos presos de nuestro ego.

miércoles, 1 de julio de 2015

Tercera verdad, Origen.


"Polvo eres, y en polvo te convertirás".

Todas las personas nos hemos preguntado alguna vez, cual es el principio del hombre. La cita con la que comienzo la entrada proviene de la Biblia, aunque no sea creyente en la iglesia cristiana. Ésta misma versión a su vez proviene de la filosofía griega, que mantenía que las personas nacíamos de un torno de arcilla, habiendo sido moldeados por los Dioses y de forma similar a ellos. Yo pienso que ambas citas dan referencia al origen terrenal de las personas. En la cita de la biblia, el polvo es el resultado de la arcilla seca, que podría ser nuestro cuerpo físico terminado (probablemente el cuerpo de un hombre maduro que ya ha dejado de crecer), en base a la creencia de que el Dios cristiano también modeló a los humanos. Por otro lado, en la versión de los griegos, es en un torno de arcilla donde los humanos somos modelados, un material que proviene de la Tierra.
Todo esto para decirnos a las personas que nacemos de la naturaleza, de la tierra, de la evolución constante de los seres vivos.
Yo por lo menos, no tengo idea de en qué circunstancias cambia la fisionomía de los seres vivos, aunque imagino que en función de su hábitat y ecosistema, variarán sus necesidades y con ellas sus funciones, que, siendo cubiertas o no, dejaran espacio a la capacidad individual de cada ser vivo para adaptarse al entorno. Supongo que así evolucionamos desde las moléculas unicelulares, los sistemas de vida más primitivos hasta nuestros días.
¿Quien nos dice que, igual que algunos monos evolucionaron conforme su hábitat y organismo cambiaba dandonos lugar a nosotros, no debamos nosotros de evolucionar también? ¿Tan perfectos nos consideramos que creemos que no podemos ir a más cuando tenemos en nuestro interior organos sin utilidad alguna o habilidades ocultas que no somos capaces de utilizar? Sinceramente, considero que debemos dar gracias de que, siendo tan estúpidos como somos todavía los humanos, haya una gran Madre naturaleza que nos abastece de todo lo que necesitamos, que es mas vieja que el propio tiempo y nos ha visto a todos nacer, como nos verá morir.

domingo, 22 de marzo de 2015

Segunda verdad, Retribución.


"En la vida, las personas recogen todo lo que siembran".

Hemos oído de boca de todas las religiones, que debemos ayudar al projimo. Unas defienden que es el comportamiento que la divinidad quiere que tengamos para preservar la humanidad y el mundo conocido que se construyó. Otras defienden que debemos actuar así a causa del dominio de la ley karmica universal, que mantiene que recibirás todo aquello que tú mismo entregues al mundo. Otras creen que en el dar y el recibir debe haber un equilibrio para que no exista supremacía entre uno y otro, y la discordia no rompa la cordialidad.
Desde la forma más imperceptible, hasta la evidencia más exagerada nos enseña que ésta verdad es totalmente real, al menos bajo mi punto de vista. En un viaje, un hombre al que no conocia de nada se ofrecio a llevarme a mi destinatario cuando me vio perdido por la estacion, y me contó que queria devolver el favor, porque hubo alguien en Valencia que tambien lo guió cuando él se perdio por la ciudad anteriormente.
Cualquier persona racional me diría que ésto fue solo una coincidencia o una casualidad, pero yo no creo en esas palabras. Éste fue el acto mas revelador que viví frente a un pensamiento. También han habido más momentos que podrían ser irrelevantes como dar un cigarro cuando te lo piden y recibirlo de cualquiera cuando lo pides tú, pero considero que esos pequeños gestos solamente apoyan la verdad. ¿Porqué me ayudó el hombre a llegar a mi destinatario y no a cualquier otro? Quizá haría algo positivo o desinteresado por alguien y ésa fue mi recompensa. ¿Habría recibido otra persona el mismo tipo de ayuda en mi lugar? Supongo que dependería tanto de las formas de la persona como de sus actos.
¿Quiere decir ésto que debemos actuar esclavos de hacer el bien? En absoluto. Lo que hacemos desinteresadamente forma parte de nuestra personalidad, de nuestro ser. Es un acto que sale desde lo más profundo de nosotros que nada tiene que ver con el ego y la autosatisfaccion, por eso cada obra es retribuida para bien o para mal.
Lo que debemos hacer es revelar la buena voluntad. Actuar por amor y no por maldad. Cuando nos apetezca dar algo, darlo sin pensar en la forma en que nos será devuelto. Quizá la vida nos brinde algo más valioso que aquello que entregamos, aunque las cosas lleguen cuando menos lo esperamos.
El que vive obsesionado haciendo buenas obras para conseguir algo, solamente va tras la carga de la posesión y el reconocimiento, y acaba creyendo tener el derecho de aplicar la justicia por su mano: "Hago bien, merezco la recompensa, exijo mi recompensa como parte del tiempo invertido haciendo bien". Ésto tan solo es una parte egoísta de la verdad, la única que puede volverse oscura, la única parte que tiene que ver con la posesión y la carencia.



viernes, 20 de marzo de 2015

Primera verdad, La carga de la materia.


" Cuanto más tenemos, más queremos. "

Nacemos en un mundo lleno de comodidades que evolucionan al paso del tiempo.
La vida en la prehistoria tan solo exigía la supervivencia y la perpetuación de la especie. Después confundimos la necesidad con la comodidad. Decidimos que era más practico cebar a un animal y reproducirlo que ir uno mismo a la caza del día. Sin duda esa evolución provino de reservas y alimentos a los poblados durante el invierno y consiguió una mayor calidad de vida que no tenía que ver con la comodidad sino con la supervivencia...pero fue en ese momento en que el hombre se volvió " cómodo ". Todos tuvieron ganado y comenzó la guerra por la posesión. El vecino tenia mas ganado, pasaba menos hambre e incluso podia cambiar su alimento por otra clase de productos que demandaba la satisfaccion del hambre, una busqueda de algo mejor o mas sabroso.
Todas las religiones predican que la posesion de los bienes materiales solamente te hace esclavo de tus posesiones. Pienso que cuando obtienes algo que realmente no necesitas no solo obtienes aquello que antes no gastabas, sino la preocupación de incorporarlo en tu vida, hacerlo indispensable y velar por que no falte para tí.
Para mí, la enseñanza dicta que no debemos excedernos en buscar o querer lo que no necesitamos, ya que conforme añadimos más cosas a nuestra vida materialmente, más esclavos seremos de nosotros mismos, y en lugar de llenar nuestro espacio de materia sin vida deberíamos dejar más espacio a vivir lo que trae el dia para nosotros.
Por esto a fecha de hoy, hay cientos de videos colgados en internet de castillos de fuegos artificiales, y muy pocos recuerdos de ese día.

El Principio.


Bienvenidos al principio de mi camino. Durante todo el tiempo que carga la humanidad a su espalda, los hombres nos hemos preguntado cual es la razón por la que nuestros pies pisan esta tierra. Cual es la razón por la que en ocasiones nos sentimos vacíos y nos lanzamos a la búsqueda de algo, que llene en cierta manera ese hueco que sentimos. Este, es el principio de nuestra propia búsqueda. Percibir que hay algo que se nos escapa, algo que alguna vez hemos recibido aunque no le diésemos importancia; un mensaje, una coincidencia, quiza varias o una sucesión de éstas una tras otra. Sentir el deseo de conocer realmente cual es nuestra funcion en el mundo como seres humanos, y abandonar la sobervia, dejar la idea de que somos conocedores de todo cuanto nos rodea.
A lo largo de la vida no sé que enseñanzas iré aprendiendo, ni si quiera si realmente conseguiré saber qué hago en el mundo y de qué manera me relaciono con él, pero quiero compartir con la gente cuales son las conclusiones a las que llego espiritualmente a través de lo que siento aquí, ahora, y a partir de cada experiencia vivida. Ésa es la finalidad de este blog. La vida nos da las vivencias mediante las que encontramos la experiencia, y ésta experiencia es la que crea para nuestra seguridad y proteccion nuestro caracter o personalidad, nuestra fe, nuestras creencias o la ausencia de ellas. Aquí escribiré las conclusiones a las que llegaré mediante las enseñanzas que la vida me traiga. Para mí son mi verdad, mi experiencia y para que nos entendamos, las manos que moldean mi arcilla. Esa verdad que, desde la vivencia personal se puede convertir en una ley para conocer o ver la vida, es solo mia. Quiero decir que por el hecho de haberlo vivido, sentido, experimentado y escrito yo, no se convierte en la verdad universal para todos.
Paradójicamente, estas verdades están escritas para cuestionarse. Por eso nació Dogma Libre, porque consiste en un conjunto de creencias o preceptos que cualquiera puede tomar para sí, moldearlos, debatirlos o rechazarlos libremente. Cualquiera pensaría que es una perdida de tiempo llegar a conclusiones propias que nadie te pueda arrebatar, como tus creencias, para que después puedan ser destruidas por la primera persona que las ponga en duda. Yo pienso que le contestaría algo como que no hay verdad espiritual que haya sido encontrada sin haber sido antes cuestionada. De hecho considero que aunque uno llegue a su propia verdad, nunca será la verdad absoluta, siempre puedes saber algo que otra persona no sepa, y de esa forma igualmente al rebés.
Sed bienvenidos al principio de mi camino, disfrutad de vuestras vivencias y de la sabiduría que nos dejan.